Las calles de Lima se preparan para un nuevo paro de transporte programado para el martes 4 de noviembre. Este paro, convocado por el gremio Transportistas Unidos del Perú, busca exigir al Gobierno el cumplimiento de compromisos firmados en la última huelga del sector, que tuvo lugar el 9 de octubre. La medida se produce en un contexto de creciente violencia, tras el asesinato reciente de un conductor en Ventanilla, lo que ha llevado a la suspensión temporal de actividades por parte de cientos de empresas formales.

Martín Ojeda, vocero de los transportistas y director de la Cámara Internacional de la Industria del Transporte, confirmó la oficialización del paro. "Han decidido realizar un paro de 24 horas el martes 4 de noviembre tras el incumplimiento de acuerdos previos", declaró en RPP Noticias. Este sector ha manifestado que la falta de resultados concretos ha motivado la repetición de la medida, y se anticipan más jornadas de protesta durante noviembre.

En respuesta a la situación, varias universidades han decidido cambiar a la modalidad virtual para proteger a sus estudiantes. La Universidad de Lima (UL) anunció que todas sus clases se llevarán a cabo de manera remota el 4 de noviembre. En su comunicado, la universidad indicó que los talleres, actividades de laboratorio y evaluaciones serán reprogramadas.

Por su parte, la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) también confirmó que sus actividades académicas se realizarán a distancia. En su comunicado, la universidad lamentó el contexto de conflictividad y violencia, y aseguró que cualquier actividad que requiera presencialidad será reprogramada. Además, el personal administrativo podrá optar por el trabajo remoto en coordinación con sus respectivas áreas, aunque el campus permanecerá abierto para quienes necesiten acceso a las instalaciones.

Se espera que en los próximos días más instituciones educativas se sumen a esta medida, reflejando una tendencia de adaptación a la movilidad urbana condicionada por factores externos. La situación actual se agrava por denuncias de extorsiones y asesinatos, lo que ha llevado a los transportistas a considerar una paralización indefinida si no se logran acuerdos concretos en la reunión programada con el presidente José Jerí el 9 de noviembre.

El clima de inseguridad y la falta de respuesta del Gobierno han llevado a los transportistas a expresar que "este paro es un grito de desesperación". Las universidades que han confirmado cambios en su modalidad de clases están atentas a la evolución de la situación y no descartan que otras instituciones educativas de Lima y Callao se sumen a medidas similares en las próximas horas.