Tras dos años y medio de una guerra civil brutal, el país africano de Sudán se ha hundido en la que las Naciones Unidas califican, sin atenuantes, como la peor crisis humanitaria del mundo.

Las cifras son un testimonio de la catástrofe: cerca de 150 mil víctimas mortales según el enviado especial de Estados Unidos Tom Parriello, 12 millones de personas desplazadas de sus hogares y 30 millones que requieren ayuda humanitaria urgente para sobrevivir, la mitad de ellos niños.

Un conflicto latente resultado de una lucha de poder entre el ejército regular sudanés (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un grupo paramilitar que evolucionó de las notorias milicias Janjaweed de Darfur, liderado por Mohamed Hamdan Dagalo, alias "Hemedti". Y en los últimos días, esta guerra ha alcanzado un nuev

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