Es loco pero cierto. La mayoría de series y películas se escriben hoy para gente que las ve en el televisor mientras al tiempo mira el teléfono. Por eso se hace necesario abrazar el otro lado, la mayor pantalla de todas, el cine, cuando trasciende el entretenimiento y exige de su público una entrega total y voluntaria . Die My Love , la más reciente película de la guionista y directora escocesa Lynne Ramsay (entre otras, dirigió la tremenda Tenemos que hablar de Kevin , con Tilda Swinton), les pide abrirse a que el séptimo arte sea un lugar de vulnerabilidad agitada. Y se los pide en las salas de cine, desde este jueves 6 de noviembre, porque les da mucho a cambio.

Entre otros detalles, como el genial ojo de Ramsay, los encuadres que ofrece su cine, la fotografía, la música y el

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