Por las calles del barrio Rodrigo Bueno, donde el cemento alguna vez intentó tapar todo, hoy se respira albahaca, kale y esperanza. Detrás de ese aire distinto hay once mujeres que decidieron hacer crecer algo más que plantas: una forma de vida .

Lo que comenzó como una iniciativa vecinal hoy es La Vivera Orgánica, un emprendimiento social consolidado , que creció en organización, impacto y reconocimiento.

En sus inicios no contaban con servicios, y hoy ofrecen siete propuestas distintas , desde talleres y venta de plantines hasta asesorías en huertas urbanas y provisión de productos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires .

El origen: un cajón, una idea y mucha tierra por delante

Todo empezó en 2017, cuando el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) llegó al barrio con talle

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