Joseph Paul Jernigan, de 38 años, decidió donar sus órganos a la ciencia poco antes de ser ejecutado, el 5 de agosto de 1993, con una inyección de cloruro potásico en Texas, Estados Unidos. No obstante, los médicos le sugirieron que era mejor donar el cadáver completo, a lo que accedió.
Doce años antes, Jernigan fue condenado a la pena máxima tras ser declarado culpable por robo con allanamiento y asesinato. El preso no pudo donar sus órganos por el daño que causa la inyección, no obstante, su cuerpo fue congelado y posteriormente seccionado en más de 1,800 cortes, realizados a intervalos de un milímetro.
Cada uno de los cortes fue fotografiado para convertirse en el primer cadáver del Proyecto Humano Visible, que tuvo como objetivo crear un conjunto de datos detallado a partir de fotogr

Noroeste

OKDIARIO Estados Unidos
El Universo Estados unidos
Xataka México
Clarín Estados Unidos
CNN en Español
El Cronista Estados Unidos
ABC News
Essentiallysports Golf
Glam