Hay noches en que el beisbol parece más bien una sinfonía perfecta que se toca en lugares distintos se sincroniza para recordar que esto no es entretenimiento, es carácter. El viernes fue uno de esos días donde la pelota habló en dos acentos distintos: Toronto y Santo Domingo.

Mientras en Canadá se jugaba el Juego 6 de la Serie Mundial, con la tensión caminando por los pasillos del Rogers Centre, en Santo Domingo el Licey vivía una noche que no quiere recordar. Las Águilas le blanquearon con autoridad.

Y aquí hay que detenernos, porque voy a usar una palabra venezolana, arepas. En mi país, cuando un equipo blanquea a otro decimos: “le metimos nueve (9) arepas”. Así mismo. Nueve arepas significa nueve ceros en la pizarra. ¿Será que hay indigestión en la tropa azul? Bueno, fuera de broma,

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