Desde mediados de octubre, México se cubre de flores de cempasúchil y papel picado , dos elementos que iluminan los altares dedicados a los fieles difuntos. Estas coloridas decoraciones no solo embellecen las ofrendas, sino que también preservan una tradición centenaria que da identidad y sustento a comunidades enteras.

San Salvador Huixcolotla: la cuna del papel picado

En el corazón de Puebla, San Salvador Huixcolotla es reconocido como la “Cuna del papel picado” , una tradición artesanal que se remonta al siglo XIX. Con papel de china, una placa de plomo y más de un centenar de cinceles, los artesanos crean diseños únicos que decoran altares, iglesias y fiestas patronales en todo el país.

El reto del producto chino: amenaza a una tradición

Sin embargo, la llegada del papel

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