La voz inconformista de Pier Paolo Pasolini calló para siempre una noche de hace 50 años en una solitaria playa romana, cuando el intelectual, siempre hostigado en vida, fue brutalmente asesinado. Medio siglo después, el crimen permanece velado por las dudas, clavado en la memoria colectiva de Italia. "El caso nunca ha sido resuelto de verdad. El joven confesó que no estaba herido y el lugar del crimen era el de una verdadera batalla", confiesa a EFE la escritora Dacia Maraini, amiga íntima.

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