Tlaquepaque volvió a hacer historia al romper su propio récord con el altar de muertos más grande del mundo.

La monumental ofrenda ocupa más de tres mil metros cuadrados y combina la tradición mexicana con la pasión por el fútbol, en honor a las Copas Mundiales de 1970 y 1986.

Un homenaje a la identidad mexicana

El montaje entrelaza elementos prehispánicos y contemporáneos para rendir tributo a la cultura nacional.

Flores, colores, símbolos y figuras deportivas se unen para reflejar la esencia de Jalisco, la tierra del mariachi y del tequila.

Una obra titánica

El proceso de instalación duró 28 horas continuas. “Usamos 2.8 toneladas de aserrín, 21 mil flores de cempasúchil en maceta, 70 mil flores naturales, 41 espacios dedicados a futbolistas y 15 mil flores hechas a mano.

Es la mi

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