Nunca ha sido especialmente fácil la convivencia entre peatones y vehículos por las calles, especialmente en las ciudades. Ni siquiera los semáforos, los pasos de peatones, los radares o los reductores de velocidad han acabado con los atropellos o con los sustos. Pero es que hoy en día los viandantes, además de sufrir los peligros de cruzar la carretera, se enfrentan a nuevos enemigos en las propias aceras, porque a las ya habituales bicicletas se han sumado en los últimos años los patinetes eléctricos, cada vez más presentes en nuestra sociedad.

Límite de velocidad peatonal

Eso ha llevado a Eslovaquia a adoptar una norma que está provocando bastante controversia, ya que pretende, se supone, beneficiar a los peatones, pero al mismo tiempo les pone límites. Porque el Parla

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