Es difícil calibrar, entre tanta euforia y sentimiento, lo que puede llegar a sentirse dentro de la basílica de Santa María en ese preciso instante en el que se despliega el Araceli para coronar a la patrona de Elche y una lluvia de oropel lo inunda todo de esperanza, como el propio obispo señaló horas antes sobre lo que suponía el mensaje del drama asuncionista. Pues este sábado, Día de Todos los Santos, la representación extraordinaria de La Festa elevó más el tono que de costumbre porque se estaba poniendo el broche dorado, y también esta vez floreado, a un intenso Año Jubilar por el que la ciudad ha llegado a ser desde sede cofrade nacional hasta el lugar para fomentar la evangelización y debatir del futuro de la Iglesia, como ocurrió hace meses con el congreso mariológico.
Fl

Información Alicante

AlterNet
Raw Story
The List