Rachel Mosley, una profesora de preescolar que vive en el estado de Florida, descubrió recientemente que el seguro de salud de su familia está a punto de triplicarse, cuando expiren los subsidios gubernamentales el próximo año.

Como casi 20 millones de estadounidenses de clase media, Mosley y su esposo se han beneficiado hasta ahora de subvenciones relacionadas con la Ley de Cuidados a Bajo Precio, conocida como «Obamacare».

Pero bajo el gobierno del presidente Donald Trump esos subsidios expirarán a fin de año, y los republicanos se han negado a negociar su extensión, defendida por los demócratas.

El explosivo tema está en el centro de la pulseada por el presupuesto que ambos partidos mantienen en el Congreso, que provocó la parálisis del gobierno federal desde hace un mes.

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