Cuando menos lo esperaba, José de 55 años, fue arrestado en una redada en su trabajo en el Madrona Car Wash de la ciudad de Torrance, California, el pasado 29 de septiembre; al día siguiente, el 30 de septiembre ya estaba en Tijuana, deportado.

Lo que tampoco esperaba era que en medio de la confusión y el desaliento, a su retorno, se iba a sentir abrazado por el país que había dejado 35 años antes.

“Estoy muy agradecido con el gobierno de México. Antes te sacaban por la garita, y que Dios te bendiga. Ahí te podían secuestrar. Ahora, al llegar te tratan como un repatriado, llegas a una oficina, donde te preguntan si necesitas ayuda, o qué vas a hacer”, dice José, quien dejó en el área de Los Ángeles a dos hijas y dos nietos.

Recuerda que él solicitó ayuda, y un agente del gobierno mex

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