Dani Carvajal ha sorprendido al mostrar una faceta desconocida para muchos aficionados: su pasión por la relojería. El defensa del Real Madrid y de la Selección Española , conocido por su carácter competitivo y su disciplina en el terreno de juego, reveló que coleccionar relojes es una de sus grandes aficiones fuera del fútbol . Durante una de sus últimas entrevistas, ha explicado con detalle cómo comenzó esta pasión y cómo, con los años, ha ido formando una colección que refleja su aprecio por la precisión, la historia y la artesanía.

«El primero que me compré fue el primer año aquí en el Real Madrid, un Rolex Daytona de acero . Por entonces no estaban tan cotizados y así empecé», recordaba con una sonrisa. Carvajal confesó que, desde entonces, su interés por la relojería ha ido creciendo hasta el punto de convertirse en un auténtico estudioso del tema. «Me encantan, soy un fanático» , aseguró, demostrando que detrás del deportista hay también un coleccionista meticuloso que valora el detalle y la tradición.

Lo que comenzó como una compra impulsiva tras su llegada al club blanco se ha convertido en una pasión casi científica. Carvajal explicó que con el tiempo fue comprendiendo la complejidad que hay detrás de cada mecanismo, el trabajo artesanal y la precisión que caracteriza a las grandes firmas relojeras. Para el deportista, cada pieza de su colección tiene un significado especial, asociado a una etapa concreta de su vida profesional o personal. Esa visión no busca el valor económico, sino la emoción que encierra cada modelo y la historia que lo acompaña. «Si yo fuera un reloj… Te diría que un Patek Philippe Nautilus Calendario Perpetuo , un reloj para toda la vida, deportivo, elegante, fino. ¡Y de oro! El 5740. Sí, creo que me quedaría con ese», comenta al respecto.

La vida de Carvajal lejos del fútbol

Lejos de los focos del estadio Santiago Bernabéu , el protagonista de nuestra noticia disfruta de una vida tranquila en Boadilla del Monte , una exclusiva zona residencial al oeste de Madrid donde residen numerosas figuras del deporte y la cultura. Este municipio ofrece privacidad, seguridad y amplias zonas verdes, tres elementos que Carvajal considera esenciales para equilibrar su intensa vida profesional. Allí ha construido un hogar junto a su mujer, Daphne Cañizares , y sus hijos, disfrutando de un entorno que combina el lujo con la serenidad.

Nacido en Leganés en 1992 , el lateral ha pasado prácticamente toda su carrera en la capital española, salvo una breve etapa en Alemania, cuando jugó en el Bayer Leverkusen , una experiencia que marcó su crecimiento deportivo y personal. Actualmente, su conexión con Madrid es total : representa al club de su vida, vive cerca de su familia y ha hecho de esa tranquilidad doméstica un valor esencial en su madurez.

Además de su residencia principal en Madrid, Carvajal posee una segunda vivienda en Llanes, Asturias, un lugar que se ha convertido en su refugio más íntimo. Esta propiedad, situada cerca de la playa de Toró , es su escenario ideal para desconectar del ritmo frenético de la competición y recargar energías junto a los suyos. El jugador encuentra en este rincón del norte de España la calma que necesita tras las temporadas más exigentes. Llanes , con su mezcla de mar y montaña , su puerto pesquero y su aire tradicional, le ofrece ese contraste entre naturaleza y silencio que tanto valora. Allí, entre paseos por la costa y reuniones familiares, Carvajal logra mantener los pies en la tierra y conectar con lo esencial, lejos del ruido mediático que acompaña a toda estrella del Real Madrid .

Daphne Cañizares, su gran apoyo

Dani Carvajal mantiene desde hace años una sólida relación con Daphne Cañizares, con quien contrajo matrimonio tras cuatro años de noviazgo. La boda se celebró en el convento de Los Claustros, en Ayllón , en una ceremonia elegante y emotiva a la que asistieron numerosos compañeros de vestuario y amigos del mundo del fútbol. Su historia de amor comenzó discretamente , pero en 2019 ambos confirmaron su relación con publicaciones en redes sociales que despertaron la atención de sus seguidores.

La pareja no se esconde y comparte en Instagram momentos familiares, viajes y celebraciones, mostrando una complicidad que ha conquistado al público. Juntos son padres de dos niños: Martín, nacido en 2020, y Mauro, que llegó al mundo en 2023 , convirtiéndose en el centro de sus vidas y en la mayor fuente de felicidad para ambos.

El jugador atraviesa, sin duda, una de las etapas más estables y maduras de su vida. A nivel profesional, sigue siendo pieza fundamental en el Real Madrid , con la misma entrega que lo ha caracterizado desde su debut. Pero fuera del campo, ha aprendido a disfrutar del tiempo y de los pequeños placeres que antes pasaban inadvertidos. Su amor por los relojes, su vida familiar y su refugio asturiano son testimonio de un cambio interior: el de un hombre que, tras años de exigencia, ha aprendido a valorar lo que verdaderamente importa.