Con el inicio de la temporada alta y tras días de tensión por un operativo policial que dejó más de 130 muertos, la ciudad de Río de Janeiro reforzó de manera visible su seguridad en las zonas turísticas más concurridas, ante el miedo de un nuevo enfrentamiento.

Desde este jueves, los visitantes que pasean por las playas de Copacabana, Ipanema, Leblón o Barra da Tijuca encuentran un panorama distinto: más patrulleros, más agentes y un control constante sobre avenidas, playas y espacios públicos.

La medida impulsada por el gobierno, busca brindar tranquilidad a los turistas en medio de la preocupación por posibles represalias del crimen organizado. “El objetivo es garantizar que quienes nos visiten puedan disfrutar de Río con total seguridad”, informaron fuentes oficiales del área

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