Perros, IPA y crossfit. Talibán de la menta granizada. No participo de la ilusión colectiva de que la posición relativa al sol, los planetas y las constelaciones arbitrariamente definidas a la hora de mi nacimiento afectan mi personalidad.

Quizá lo primero que haya que saber para navegar en las aplicaciones amorosas es inglés: matching, ghosting, curving, textlationship, deep-liking, stalker, orbiting, haunting, benching, paperclipping, back burners, pocketing, phubbing, sidebarring, cloaking, wokefishing para terminar en un multitasking afectivo-cognitivo.

La jerga es insoportable y da una pista respecto a sobre cómo las nuevas plataformas para ‘ligar’ no solo armaron un supermercado amoroso, sino que también intervienen en el lenguaje de manera decisiva para modificarlo para siempre. ¿

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