Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, llamado el Bukele mexicano y posible aspirante presidencial, fue asesinado a balazos la noche del primer sábado de noviembre.

Manzo llegó a la alcaldía como independiente con una plataforma centrada en la mano dura contra el crimen: en los últimos meses había multiplicado sus llamados a que el Gobierno federal enviara fuerzas federales a su municipio.

En contraste con la política de “Abrazos no balazos” del obradorismo, el alcalde de Uruapan había pedido que se “abatiera” a delincuentes que atentaran contra la sociedad, postura que lo convirtió en blanco de críticas y comparaciones con líderes autoritarios de la región, como el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

El edil michoacano, en los últimos meses, había logrado fama y respaldo en plataform

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