Las jóvenes promesas panistas en la época más pujante del partido han tomado el mando de una agrupación en decadencia y bajo amenaza de desaparecer

“Somos la generación del cambio, pero no podemos quedarnos con esa etiqueta solo por una generación”, dijo Jorge Romero , hoy dirigente del Partido Acción Nacional (PAN) , una tarde de julio de 2004 en el auditorio Teopanzolco en Cuernavaca, una ciudad del Estado de Morelos. Ahí peleó, sin éxito, la secretaría nacional de Acción Juvenil, el semillero de la agrupación blanquiazul desde donde moldeó su carrera política. Un periodo de gloria para el panismo que recién había pasado a la historia en las elecciones presidenciales del año 2000. Vicente Fox, bajo la bandera panista, ganó al candidato del PRI, Francisco Labastida, la silla presiden

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