Escribir desde el pozo propio es el clásico de potrero del otro lado del Río de la Plata, que ya aparece en la boca del onettiano Eladio Linacero para escritores en ciernes: “Es cierto que no sé escribir, pero escribo de mí mismo”. Diego Recoba, escritor, poeta, editor y periodista cultural, figura clave de la difusión de literatura contemporánea desde el ya desaparecido colectivo La Propia Cartonera, en su tercera novela, El Oso, hurga con las uñas sucias en la vida adolescente liceal, las murgas jóvenes vigorizadas por el frenteamplismo, el cancionero mp3 y las huidas a Rocha y nuestra Córdoba. En ese ubicuo Oso, el “misógino, machista y soberbio Osobuco pero todos éramos así aunque lo negáramos”, reconoce la muchachada montevideana de Nuevo París, sensei salido del molde que aparece y d

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