Es así, yo estaba bastante seguro de mi retórica ideológica y zas, las mayorías me asestan un golpe de realidad inaudito.

¿Cómo puede ser que uno calcule tan mal los resultados electorales? ¿Cómo puede ser que “el termómetro social” que uno pretende llevar consigo no sea más que un espejismo mal calibrado?

La distancia entre mi mirada del mundo y la de los demás, evidentemente, es más amplia de lo esperado. La gente que llevó a pintar de violeta gran parte del país tal vez esté privilegiando tener una inflación de 2 o 3 puntos y ya. Es probable que el deterioro del poder adquisitivo, la desinversión en educación, salud y ciencia o el genocidio de empresas nacionales por la importación indiscriminada; digo, es posible que estos sean hechos que a las mayorías no les interesa. O tal vez, in

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