Muchos veterinarios y expertos en comportamiento canino alertan sobre un problema que muchos dueños subestiman: la depresión en perros . Aunque pueda sonar exagerado, estos animales pueden experimentar síntomas similares a los de la depresión en humanos, como tristeza persistente, cambios en el apetito, irritabilidad, falta de energía y aislamiento . Ignorar estas señales no sólo afecta al bienestar del perro, sino que puede dar lugar a comportamientos autodestructivos y agresivos .

Aproximadamente entre un 15% y un 20% de los perros que acuden a consulta presentan algún tipo de trastorno emocional . Sin embargo, la mayoría de los dueños no reconocen el problema hasta que los síntomas son graves. Los veterinarios comentan que muchos creen que el perro simplemente está cansado o aburrido, pero detrás puede haber un cuadro depresivo que requiere tratamiento.

Señales que indican que tu perro podría tener depresión

@armonia.peluda DEPRESIÓN EN PERROS así es, los perros pueden deprimirse y lamentablemente muchos de ellos viven de esta forma. Por eso si detectas alguno de estos síntomas en tu perro es importante no dejarlo pasar. Deberás asistir con tu veterinaria para descartar la presencia de alguna enfermedad vírica o parasitaria que le haga comportarse de esa forma. Después de descartar puedes buscar la ayuda de una educadora canina para compartir esta afección juntos #perros #depresionenperros ♬ Aesthetic – Tollan Kim

En los últimos años, ha aumentado de forma notable el tiempo que pasan las mascotas solas en casa , y ésta es una de las principales razones por las que los casos de depresión canina no paran de crecer. Los perros son seres sociales, de manera que, cuando están solos la mayor parte del tiempo, su estado emocional acaba resintiéndose con el tiempo.

Detectar que un perro tiene depresión no siempre es fácil, pero existen una serie de síntomas que no se deben ignorar. Uno de los más frecuentes es la apatía y la falta de interés en actividades que antes le apasionaban , como jugar o salir a pasear. Se muestra indiferente a su entorno y muestra una clara falta de energía,

De la misma manera que ocurre en humanos, los cambios tanto en el apetito como en el sueño son comunes. Algunos perros rechazan la comida , mientras que otros comen más de lo habitual. Lo mismo ocurre con el sueño: pueden dormir casi todo el día o, por el contrario, mostrarse excesivamente inquietos.

Asimismo, los cambios en la conducta social también son frecuentes en perros que sufren depresión: se aíslan, evitan el contacto o, por el contrario, se muestran demasiado dependientes. Cuando están solos, pueden ladrar o aullar sin motivo aparente como una forma de autoregulación emocional.

«Cada perro expresa su tristeza a su manera, pero lo importante es notar los cambios respecto a su comportamiento habitua. Un perro feliz tiene rutinas estables, come bien, juega y busca el contacto con su entorno. Cuando deja de hacerlo, hay que actuar», señalan los expertos.

Causas: cuando el entorno se convierte en un factor de riesgo

Existen un amplio abanico de motivos por los que un perro puede sufrir esta enfermedad. Algunas se relacionan con factores externos, mientras que otras derivan de experiencias emocionales o del entorno familiar.

  • Los perros son animales de rutinas, y cualquier cambio brusco, como una mudanza o la llegada de un nuevo miembro al hogar, pueden alterar su estabilidad.
  • Por otro lado, quedarse mucho tiempo solos provoca tristeza y ansiedad. Los perros necesitan estimulación y compañía.
  • Los paseos tienen un papel muy importante en el bienestar de nuestros compañeros de cuatro patas. Más allá de hacer sus necesidades, les permiten explorar el entorno y socializar con otros perros.
  • Finalmente, algunas enfermedades hormonales o el dolor crónico también pueden provocar apatía y depresión.

«El error más común de los dueños es minimizar las emociones de sus perros. No son niños ni objetos. Son seres sensibles que perciben los cambios, el estrés y la energía de su entorno. Si su cuidador está deprimido o ansioso, el perro lo nota».

Qué hacer 

Si sospechas que tu perro está deprimido, lo primero es consultar con un veterinario para descartar un problema de salud física . Una vez descartados los problemas médicos, puede derivarte a un etólogo o adiestrador con experiencia en conducta canina. Entre las recomendaciones más habituales se incluyen:

  • Reforzar las rutinas diarias estableciendo horarios fijos de paseo, comida y descanso para que el animal se sienta seguro.
  • Aumentar la actividad física; los juegos, las actividades de olfateo y los paseos más largos son excelentes para velar por el bienestar del animal.
  • Fomentar el contacto socia: tanto con humanos como con otros perros.
  • Evitar los castigos y aplicar el adiestramiento positivo con paciencia y comprensión.

La depresión en perros no es una exageración: es una realidad que puede tener consecuencias graves. La buena noticia es que, con atención, cariño y una buena rutina, la mayoría de los casos se pueden prevenir o revertir.