Cascabel (Panamá), 1 nov (EFE).- Las estudiantes Melanie y Kimberlin, de 5 y 8 años, regresaban juntas a sus casas, en una montañosa y remota comarca indígena de Panamá, cuando las arrastró la crecida repentina de un riachuelo o quebrada. Murieron ahogadas. Tras la tragedia, las denuncias se multiplicaron, recordando el abandono de estos pueblos originarios frente al desarrollo del resto del país.

En el poblado de Cascabel, en lo alto de las colinas de la comarca Ngäbe-Buglé, los vecinos se congregaron este viernes para despedir a las dos pequeñas. Los ataúdes blancos sobresalían en un mar de barro, tras días de intensas lluvias por el impacto indirecto del huracán Melissa durante su paso por el Caribe.

El maestro Rodrigo Alfredo Gaitán, subdirector de la escuela a la que acudían las niñ

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