“Ver un delfín rosa es todo un acontecimiento. Un maravilloso encuentro con un animal bello y extraño, un ser excepcional”, afirma López. Esta especie lleva millones de años habitando los grandes ríos amazónicos y se diferencia de los delfines marinos por su cuello flexible y su largo hocico, adaptado para rebuscar presas entre raíces y ramas. Los ejemplares jóvenes son grises, pero con el tiempo su piel se vuelve rosada, más intensa cuando juegan, cortejan o defienden territorio.

Misterios y leyendas del boto amazónico

El delfín rosa no solo es un símbolo natural, también protagoniza numerosas leyendas ribereñas. “Se cuenta que el delfín rosa puede transformarse en un hombre. Un hombre alto, rubio, de aspecto agringado, dicen en Colombia”, relata López. Según la tradición, ese ser apare

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