Colaboración de las Misioneras de la Inmaculada Padre Kolbe
Desde el siglo II se encuentran testimonios de que los cristianos rezaban y celebraban la Eucaristía por sus difuntos. Al principio, el tercer día después de la sepultura, luego en el aniversario. Más tarde, el séptimo día y el trigésimo. La liturgia propone varias Misas para este día, orientadas a resaltar el misterio pascual, la victoria de Jesús sobre el pecado y la muerte. El mensaje es quien «vea al Hijo y crea en Él tendrá vida eterna y el Señor lo resucitará. Por esta verdad, Jesús se hizo hombre, murió en la cruz y resucitó: para hacernos partícipes de la alegría de la resurrección. «A ellos, Señor, y a cuantos descansan en Cristo, concédeles el lugar del consuelo, de la luz y de la paz”, dice el canon I de la Misa, en

En Linea Noticias

CNN
Alliance Review
RadarOnline
WIRED