El 2 de noviembre, Colombia se detiene para recordar a quienes ya no están. Es el Día de los Difuntos , una fecha en la que la memoria, la fe y las tradiciones populares se entrelazan para rendir homenaje a los seres queridos que partieron. Aunque su origen está ligado a la liturgia católica, cada región del país ha transformado esta conmemoración en una expresión propia de cultura, espiritualidad y amor.

Más que un acto religioso, este día se ha convertido en un momento de encuentro familiar, identidad y esperanza , donde las flores, la música y los alimentos se convierten en símbolos de vida.

En Boyacá y Cundinamarca: flores, oraciones y serenatas

En el altiplano cundiboyacense, los cementerios se llenan de color. Familias enteras viajan desde las ciudades para visitar las tumbas

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