En el municipio fronterizo de Villa del Rosario, en Norte de Santander, la familia de Ladis María Benítez Díaz logró darle el último adiós tras 25 años de ausencia, dolor e incertidumbre.

Ledis apenas rayaba los 12 años cuando fue desprendida de su núcleo familiar, junto a su hermano gemelo José Trinidad, para que integrara las filas de un grupo armado en el Catatumbo. La separación se dio en 1999.

Desde ahí, todo cambió para la familia. La «niña bonita», como le decían sus hermanos, ya no estaba en casa y la información sobre su paradero era prácticamente nula. Su hermano, con el tiempo, pudo desprenderse del grupo, pero ella siguió inmersa en el combate.

La Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD) pudo conocer qué había pasado con Ledis. Murió en un combate registrado en el

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