Tegucigalpa – Hoy, Día de los Fieles Difuntos, fecha sagrada donde el velo entre la vida y la muerte se adelgaza, miles de hondureños abarrotaron los camposantos con flores, velas y oraciones que fueron depositadas en las tumbas entre el recuerdo y la esperanza.
En medio de la nostalgia que aprieta el pecho, brota una esperanza tenaz para todos los hondureños que hoy honraron a los que ya partieron del mundo terrenal.
Desde el amanecer, las avenidas que llevan a los cementerios generales de Tegucigalpa, Comayagüela y San Pedro Sula se llenaron de familias enteras.
Madres con rosarios entre los dedos, niños que por primera vez preguntaron por el abuelo ausente, y jóvenes que, entre selfies y anécdotas, redescubrieron historias olvidadas.
La muerte no tiene la última palabra
El carden

Proceso Digital Nacionales

New York Post
The Daily Beast
Crooks and Liars
Nola Entertainment
ABC30 Fresno Sports
Raw Story