Al adentrarse en el tramo de Bronx, la escena tomó un giro inesperado cuando un grupo de tres atletas, ya reconocidas en la escena internacional, se separó del resto de la línea. Entre ellas se encontraban la keniana Hellen Obiri , que había reclamado la victoria la edición anterior, y las estadounidenses Fiona O’Keeffe y Annie Frisbie, que trazaron una carrera que se cruzaría con la de otras tres legendarias victorias del pasado.

La rivalidad se intensificó cuando la compatriota de Obiri, la mediana Sheila Chepkirui, llegó a la línea con un tiempo que superó el récord previo. Obiri, con la experiencia de su trayectoria, disparó en el último kilómetro y cruzó la meta con 2:19:51, rompiendo el viejo récord de 2:22:31 establecido por Margaret Okayo en 2003, y consolidando su segunda victo

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