Para el antropólogo físico Zaid Lagunas Rodríguez , el hombre y la mujer que descansan en la plataforma noreste de la Gran Pirámide de Cholula fueron sacrificados en el llamado Altar de los cráneos esculpidos en honor al dios Tláloc y no al revés, es decir, no es que una vez muertos fuera emplazada esta construcción en torno suyo, para luego ser aderezado su enterramiento con diversas ofrendas y rituales.

“Los individuos fueron depositados en el altar como una ofrenda al mismo altar”, sostiene el investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mientras recuerda que en el mismo Gran Tlachihualtepetl , en la parte sur, existen otros altares en donde también hay ofrendados individuos, en cuyas ofrendas se encontró una figura de barro hueca que simboli

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