El Sr. Guerrero, propietario de , está que monta una tómbola hasta el 1 de enero con bebidas gratis para sus amigos, el primer lote de mercancía hurtada en el establecimiento apareció y van por más.

El sagaz Jackson London y el inquieto Galindo, jefes de Polidelta y el SIP respectivamente, le colocaron una gaita sin letra y José Gregorio Arintero, alias “Electro” se soltó a cantar de lo lindo, estilo paraulata llanera, tanto que hubo que pedirle que se callara.

Esa tarde Polidelta parecía un karaoke de tanto que forzó la entonación, contagiando a los hombres de azul con las notas musicales.

Su canto los condujo, no tan lejos; no los llevo a Los caños ni a Volcán como se pensaba en un principio, los encaminó a 4 de Febrero, donde hallaron la primera parte del botín.

Allí, otros dos músi

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