Alrededor de las 8:30 de la noche del sábado, Carlos Manzo estaba en medio de la plaza de Uruapan, el municipio que gobernaba. Estuvo apenas separado de la multitud de la plaza por una valla metálica pequeña. El equipo de seguridad amplio que tenía desde diciembre y se reforzó en mayo, según el secretario de Seguridad federal, no se notaba entre toda la gente que lo rodeaba.

El presidente municipal de Uruapan presumió la reactivación económica del centro del municipio y también habló con los reporteros de los operativos de seguridad que había de manera coordinada con el gobierno municipal.

Llevaba a su hijo pequeño en brazos, todavía le enseñó los juegos pirotécnicos que se lanzaron varias veces para arrancar la fiesta.

Según las transmisiones en redes sociales de los periodistas en Mic

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