Desde que Hansi Flick llegó al Barça , el conjunto culé se ha acostumbrado a vivir partidos de lo más trepidantes, en los que los blaugranas apisonan a sus rivales a base de transiciones sumamente veloces y con una presión asfixiante que hace que sea imposible que construyan juego. Una forma de jugar que este año no está ofreciendo los resultados esperados. De hecho, el trabajo de la presión está dejando mucho que desear y eso lo notan mucho en Can Barça , ya que si no se presiona bien, los rivales pueden comenzar a generar su juego y a desarrollar demasiado bien sus ataques sin caer en el fuera de juego.

Buena muestra de ello ha sido este comienzo de temporada en el que los de Hansi Flick han estado muy dubitativos y han generado sensaciones bastante malas. Y es que ante el

See Full Page