Desde hace varios años, Aguascalientes se ha transformado en una ciudad diseñada y construida para los automóviles. La infraestructura vehicular de alta capacidad —como distribuidores viales y pasos a desnivel— ha fragmentado la ciudad y limitado la movilidad de quienes se desplazan en modos distintos al automóvil. Hoy, moverse a pie, en bicicleta o incluso acceder al transporte público resulta más difícil. Las personas están cada vez más confinadas a sus vehículos, viviendas y lugares de trabajo, mientras que las oportunidades de disfrutar la ciudad —parques, espacios públicos, recorridos peatonales, etcétera— se han vuelto escasas.

Aun así, la mayoría de las personas en Aguascalientes todavía se desplaza en modos distintos al automóvil. Según el censo más reciente del INEGI, el 69% de q

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