Las castañas destacan por su versatilidad y por ser las protagonistas del otoño . Sin embargo, quienes compran este fruto seco en grandes cantidades saben bien que mantenerlo fresco no siempre resulta sencillo.

Guardarlas en la despensa o el frutero parece lo más lógico, pero ese hábito puede acelerar su deterioro. No obstante, existe un método muy simple y eficaz que permite conservarlas perfectas durante semanas, manteniendo intacto su sabor y sus propiedades.

Cómo conservar las castañas en casa: el método más efectivo para mantenerlas frescas

El frío moderado es el gran aliado de las castañas cuando se trata de alargar su vida útil. Según informa We Are Phenix , la forma más efectiva de mantenerlas en buen estado es guardarlas en la nevera, donde pueden conservarse hasta un mes completo sin perder su textura ni su sabor natural.

Para conseguirlo, no basta con colocarlas en cualquier rincón del frigorífico. El detalle que marca la diferencia es la ventilación . Si se almacenan en bolsas de plástico o recipientes herméticos, la humedad puede acumularse y favorecer la aparición de moho.

La recomendación ideal es introducirlas en un cesto o recipiente con agujeros , de forma que el aire circule y evite la condensación. Así se crea un ambiente fresco y seco que mantiene las castañas firmes y libres de humedad.

Antes de guardarlas, conviene revisar que estén en buen estado. Las castañas frescas deben estar duras al tacto, sin grietas ni manchas. Si al presionarlas las notas huecas o blandas, significa que han comenzado a deteriorarse. Escoger bien el producto inicial es clave para aprovechar al máximo la conservación en frío.

Beneficios de las castañas: propiedades, nutrientes y ventajas para la salud

Más allá de su sabor dulce y reconfortante, la castaña es un alimento con una composición nutricional excepcional . Tal como señala el portal de salud Welnia , aunque pertenece al grupo de los frutos secos, su perfil nutricional se asemeja más al de los cereales por su alto contenido en carbohidratos complejos y su bajo nivel de grasas.

Estos son algunos de sus principales beneficios :

  • Aporte energético sostenible: sus hidratos de carbono se asimilan lentamente, proporcionando energía constante y combatiendo el cansancio típico del otoño.
  • Son ricas en fibra: mejoran la digestión y favorecen el tránsito intestinal.
  • Son una fuente de minerales como el hierro, magnesio, zinc, fósforo y calcio, esenciales para el equilibrio del organismo.
  • Contienen vitaminas B y C: contribuyen al fortalecimiento del sistema inmunológico y actúan como antioxidantes naturales.
  • Tienen un bajo índice glucémico: ideal para mantener estables los niveles de azúcar en sangre.

Por su equilibrio nutricional y su bajo contenido en grasas saturadas , las castañas también son aliadas del corazón y ayudan a reducir el colesterol. Los expertos recomiendan consumir entre 5 y 10 unidades al día para beneficiarse de todas sus propiedades.

Conservar las castañas correctamente no sólo evita el desperdicio alimentario, sino que permite disfrutar durante más tiempo de uno de los alimentos estrella del otoño .

Mantenerlas en la nevera dentro de un cesto ventilado es el truco definitivo para tener siempre a mano este fruto tan nutritivo y lleno de sabor.