Aunque cada vez se habla más de salud mental, todo lo que envuelve a las enfermedades mentales sigue estando rodeado de estigmas y desconocimiento. Pero si, además, a este problema de salud mental, se une una adicción, no solo se convierte en una bomba de relojería capaz de hacer saltar por los aires la propia vida y la de los que te rodean, sino que esos estigmas se multiplican.

La patología dual, la convivencia de una adicción y una enfermedad mental, es más habitual de lo que se piensa, pues se calcula que entre el 60% y el 70% de las personas con adicciones presentan trastornos mentales.

En la mayoría de los casos no se sabe cuál fue primero, si fue una adicción la que desencadenó un problema mental latente, o una enfermedad sin diagnosticar la que llevó a la una conducta autodestruc

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