En una tarde espléndida, en la cual el público registró un tercio de entrada, los espadas Juan Pablo Sánchez, Enrique Colombo y el moreliano Isaac Fonseca se repartieron un total de tres orejas, una para cada diestro, y que pudieron ser más, pero que fueron perdidas por fallas en el acero en la corrida celebrada ayer en la Monumental Monterrey, que el plano artístico dejó satisfecho a los asistentes.

Juan Pablo Sánchez, con el abreplaza, un toro de gran calidad pero poco empuje, se prodigó en una faena larga, templada y sentida que hizo vibrar los tendidos del coso que correspondió a la entrega mostrada por el hidrocálido en su labor, que le fue premiada con una oreja, mientras que a los restos del bravo de San Fernando se le reconoció su calidad con una merecida vuelta al ruedo. Con su s

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