Quizá pensamos en alguna pócima mágica o elixir de la juventud, pero no se necesita más que practicar ejercicios anaeróbicos (de fuerza) para preservar la masa muscular.

Con los meses y durante el entrenamiento, estos ejercicios tensan o estiran la piel en zonas que ya han sufrido los efectos de la gravedad.

Por ejemplo, se puede notar que las líneas horizontales del cuerpo, como la interglútea, la interrotuliana en las rodillas, la umbilical en el ombligo o la interpectoral, a veces descienden algunos milímetros o centímetros.

Todo esto de ir contra la gravedad parece irreal, pero una buena nutrición basada en proteínas y carbohidratos complejos saludables ayuda a cumplir nuestros objetivos.

Este estilo de vida no solo contribuye a tensar la piel y mantener la masa muscular, sino que

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