El reciente robo en el museo del Louvre de París captó la atención mundial debido a la audacia y velocidad de la operación: cuatro individuos ingresaron a la galería Apolo y, en apenas siete minutos, sustrajeron ocho joyas de valor histórico incalculable, incluyendo piezas que Napoleón obsequió a su esposa.

Las autoridades francesas tasaron las pérdidas en unos 100 millones de dólares , cifra que reafirmó la magnitud del golpe. No solo impactó el tamaño del botín, también causó asombro la facilidad con la que los ladrones accedieron a los tesoros y lograron escapar sin enfrentamientos ni obstáculos.

La noticia renovó debates sobre la seguridad en los museos y reavivó historias previas de robos imposibles, entre ellas la del francés Stéphane Breitwieser , cuya trayectoria represen

See Full Page