Aunque solemos pensar que los lugares más sucios de la casa son el baño o la cocina , la ciencia acaba de revelar una verdad inesperada.

Se trata de el lavarropas . Ese electrodoméstico asociado a la limpieza es, paradójicamente, un foco de contaminación bacteriana que puede llegar a comprometer la salud si no se mantiene adecuadamente.

En apariencia, el lavarropas simboliza higiene. Sin embargo, investigaciones recientes advierten que puede convertirse en un reservorio de bacterias resistentes a los antibióticos .

Un estudio dirigido por la microbióloga Katie Laird , de la Universidad de Montfort (Reino Unido), analizó distintos modelos de lavarropas domésticos y descubrió que incluso tras ciclos completos de lavado —especialmente los rápidos o de baja temperatura— mu

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