CNN Español —

La franja que divide los estados de Michoacán y Jalisco, México, se ha convertido en una zona de pueblos fantasmas. Calles vacías, casas baleadas y caminos desolados. Es lo que marca el paisaje de comunidades enteras abandonadas debido a los enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada, que se disputan el control del territorio y del tráfico de drogas. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en conferencia de prensa el 3 de noviembre. Henry Romero/Reuters

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Donde antes había comunidades llenas de vida, ahora impera el silencio. Ya no se ven animales en los corrales ni dueños que los alimenten.

El fenómeno del despl

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