Durante más de cuarenta años, Patricia Silva fue parte del paisaje familiar de los sábados. Su rostro, su carcajada inconfundible, su manera de hacer humor sin herir, acompañaron a generaciones enteras a través de la pantalla de Sábados Felices . Era la mujer que hacía reír, la comediante que parecía no cansarse nunca. Pero cuando llegó el momento de descansar —de cobrar lo que había trabajado— descubrió que, para hacerlo, debía pelear.

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A los 57 años, en agosto de 2016, Silva tenía derecho a su pensión. Lo que no sabía era que ese derecho se le iba a escurrir entre los papeles, los fondos y las manos de quienes la habían visto entregar su vida al oficio. Caracol Televisión, el cana

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