Durante más de dos décadas, las memorias USB fueron aliadas indispensables para guardar, compartir y transportar archivos. Sin embargo, la evolución tecnológica y la expansión del almacenamiento en la nube han relegado a los pendrives a un uso marginal, limitado a tareas específicas o entornos desconectados.

Hoy, las exigencias de velocidad, capacidad y compatibilidad superan ampliamente lo que puede ofrecer una memoria USB tradicional. Aunque existen modelos de hasta 2 TB, su costo y rendimiento no compiten con los discos SSD externos, que ofrecen mayor espacio, velocidad de transferencia y conectividad moderna a precios similares.

La mayoría de los pendrives aún utilizan conectores USB-A y memoria flash lenta, lo que los vuelve incompatibles con muchos equipos actuales y poco eficiente

See Full Page