La vida moderna, marcada por horarios laborales exigentes y compromisos constantes ha normalizado la práctica de reducir las horas de descanso de lunes a viernes y buscar una especie de “recuperación” o sueño compensatorio fin de semana.

Este hábito, que millones de personas asumen como una estrategia de salud, ha sido objeto de intensos debates y diversas investigaciones científicas.

¿Es realmente efectivo este respiro tardío, o la deuda de sueño acumulada durante la semana deja secuelas que el descanso adicional no logra borrar? La respuesta, según los expertos, es compleja y depende de las consecuencias que se busque mitigar.

¿El sueño compensatorio fin de semana previene enfermedades cardiovasculares?

Recientes investigaciones han arrojado luz sobre posibles beneficios puntuales. U

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