Una profunda controversia se generó en el municipio de Melgar, durante el tradicional desfile de Halloween , debido a que el personal encargado de la seguridad del evento apareció vistiendo uniformes camuflados.

Estas prendas generaron gran malestar entre los asistentes, ya que son visualmente similares a las que, históricamente, identificaron a grupos guerrilleros en el país.

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La situación fue considerada inapropiada, especialmente en un evento recreativo y de carácter familiar con alta presencia de niños.

La decisión de utilizar esta indumentaria provocó reacciones vehementes por parte de la ciudadanía y, específicamente, de miembros retirados de las Fuerzas Militares.

Una habitante

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