Ford atraviesa una coyuntura que pone a prueba su estrategia de electrificación. Lo que parecía un paso firme hacia el futuro se convirtió en una pausa obligada. Un incendio en la planta de Novelis, su principal proveedor de aluminio, alteró la producción y obligó a la compañía a tomar una medida drástica: detener indefinidamente la fabricación del F-150 Lightning , su pickup eléctrica insignia.

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El suceso generó un impacto financiero estimado en hasta 1,000 millones de dólares, una cifra que Ford no puede ignorar en un contexto donde la rentabilidad es clave para sostener su transformación hacia la movilidad eléctrica.

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Ante la escasez de aluminio y l

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