El referente industrial Ramón Gallardo remarcó que el sector textil fueguino quedó sentenciado con el Decreto 594/2023 y que la provincia no puede seguir negociando con déficit y sin diálogo con la Nación. Planteó que el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) es clave para atraer capitales y reconstruir la base productiva.

La situación del sector textil fueguino ya no admite eufemismos: está en cuenta regresiva. Así lo definió el contador y referente industrial Ramón Gallardo, quien advirtió que la aplicación del Decreto 594/2023, dictado en noviembre pasado por el gobierno de Alberto Fernández, elimina de forma progresiva los beneficios fiscales que sostenían la actividad bajo el subrégimen de la Ley 19.640. Esa reducción —del 2,3% anual sobre incentivos nominales acumulado

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