Un diminuto fragmento de cerámica de apenas 2.700 años hallado en Jerusalén ha abierto una nueva ventana a la historia antigua de la región y las raíces de la Biblia . La inscripción asiria encontrada, de apenas una pulgada y parcialmente conservada, ha sido calificada por los investigadores como un hallazgo de dimensiones bíblicas por arrojar luz sobre hechos reales que inspiraron relatos fundamentales del Antiguo Testamento.

Este importante descubrimiento evidencia, por primera vez en la ciudad, la existencia de relaciones directas entre el Imperio Asirio y el Reino de Judá , y revela la naturaleza tensa de esos vínculos en uno de los momentos más turbulentos de la historia del antiguo Oriente Próximo .

Un fragmento minúsculo con enorme significado

La pieza, identifi

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