Descubrí este verano un breve ensayo del papa Francisco sobre "el papel de la literatura en la formación". Apenas en cinco mil palabras se refiere a la importancia que tiene la lectura de novelas y poemas en el camino de la maduración personal; un texto que inicialmente iba dirigido a la formación de sacerdotes pero que extendió a cualquier cristiano. Mientras daba clases de literatura en Santa Fe en el colegio jesuita entre 1964 y 1965, con 28 años, aprendió de sus estudiantes que la «literatura tiene que ver, de un modo u otro, con lo que cada uno de nosotros busca en la vida, ya que entra en íntima relación con nuestra existencia concreta, con sus tensiones esenciales, sus deseos y significados». La literatura se hace indispensable «para un creyente que quiera sinceramente entrar en diá

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