La danza y su música emergieron con una puesta en escena tremendista. El Mandarín maravilloso , como señalaba Bartók: «Será una música diabólica. El preludio antes de que se levante el telón será muy breve y creará una asociación sonora con el infierno. De esta manera, el público será introducido en la guarida de la monstruosa metrópolis». Efectivamente, un poeta nos introduce en la escena, a modo de prólogo, para comenzar en las nocturnas afueras de la urbe, donde tres hombres fuerzan a una joven para que se prostituya. El primer encuentro es horrendo, en el segundo encuentra inesperada ternura, en el tercero halla una fascinante mirada que encandila y parece animar a redimirse a todos, pero el joven es atacado y muere entre los brazos de la muchacha. El amor, sin embargo, traspasa vict
Mandarín en el castillo de Barbazul
 El Día de La Rioja5 hrs ago
61


 CBS News
 Akron Beacon Journal
 AmoMama