La aparición de carteles con la inscripción “Verna traidor” en General Pico, una imagen impensada hasta hace muy poco en la ciudad considerada la capital política del vernismo, expone un síntoma visible de lo que comenzó a definirse luego de las elecciones legislativas del domingo 26 de octubre: el poder de influencia del exgobernador Carlos Verna dentro del peronismo provincial empieza a debilitarse y parece quedar cada vez más acotado a su ciudad de origen , donde hoy ya se expresan señales de descontento o cuestionamiento hacia su figura.

El resultado electoral del 26 de octubre marcó un quiebre. El Partido Justicialista ganó con el 44 por ciento de los votos frente a la lista del presidente Javier Milei , lo que exhibió que la capacidad de daño o de boicot del vernismo fue

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